Ubicada en el corazón del casco antiguo de Azuaga, se encuentra Casa Spínola.

En un entorno privilegiado, podemos disfrutar de forma cómoda de su rico conjunto histórico artístico.

Os recomendamos comenzar vuestra visita por el principio, por el Castillo Miramontes, levantado sobre una meseta que domina la población.

De orígenes árabes, poco queda de esta fortaleza: dos cubos de la muralla, unas saeteras y restos de los muros de contención. A pesar de ello, os recomendamos subir ya que guarda un encanto especial y las vistas que ofrece del conjunto de la localidad y la Campiña son fascinantes.

Al pie del castillo, reparamos en la ermita de San Blas, rehabilitada en los siglos XIX y XX. En su interior, una escultura de Santa Olalla del siglo XVI y un formidable Sagrado Corazón de tres metros y 3.000 kilo.

Descendemos del castillo y recorremos la calle principal, donde encontraremos numerosas casas señoriales, mansiones de fachada barroca y formidables casas-palacio.

Parada obligatoria es la Parroquia de Ntra. Sra. de la Consolación, la segunda más grande de Extremadura, solo superada por la Catedral de Badajoz.

En su interior contemplaremos sus magníficas bóvedas de crucería, así como una llamativa colección de piezas de orfebrería de los siglos XVI – XIX.

El estilo es gótico isabelino con detalles platerescos, manuelinos y renacentistas. La pila bautismal, de estilo morisco es de un tipo de barro que luego se vidrió en color verde. Pertenece al siglo XV o XVI y se fabricó un alfarero de Triana. En todo el mundo, existen solamente tres iguales: la de este templo; otra en Sevilla y la tercera en Nueva York (Estados Unidos).

En el año 1993 fue declarada Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento.

La Iglesia de Ntra. De la Merced, o la del Stom. Cristo del Humilladero son también imprescindibles visitar, ubicadas en sendas plazas que llevan sus nombres.